Ilustró: Eva Visanov
A la vaca Clementina
Algo raro le aqueja...
¿Será que se siente sola?
¿Será que se siente vieja?
En el espejo de un charco
se reflejó su silueta
y desde entonces tiene
cara larga de chancleta.
Se pasa largas horas
muguiendo su tristeza.
No se lava la cara,
mucho menos las orejas.
Tiene aspecto de enferma...
¿le dolerán las muelas?
¿Sufrirá del hígado?
¿Se le hincharán las piernas?
Para mí...
está de huelga...
Hoy volvió al charco
para mirarse en el espejo.
El sol que vive en el agua
le regaló un dorado beso.
Ahora anda Clementina
muy feliz y enamorada.
Tiene dulce el corazón
y da leche azucarada.
1 comentario:
¡¡Brujiskaya del alma, no sabía de tu blog!!
¡¡¡¡Es una delicia total lo tuyo y lo de Eva!!!!!
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